¿A qué te la juegas?: Cocaína y la enfermedad cerebrovascular

viernes, 23 de abril de 2010



En general, la isquemia (falta de irrigación sanguínea que condiciona la lesión de un tejido) se ha asociado al vasoespasmo (contracción de los vasos sanguíneos) ya que la cocaína es un potente vasoconstrictor que actúa sobre el músculo liso vascular del cerebro, riñón, intestinos y corazón por dos mecanismos: indirectamente, inhibiendo la recaptura de catecolaminas y serotonina, y directamente, actuando sobre el flujo de calcio y los canales de sodio.

En la circulación cerebral el efecto de la cocaína es constrictor o dilatador dependiendo de los receptores postsinápticos de cada territorio arterial y de la dosis empleada. Si se genera dilatación el usuario de cocaína sufrirá una fuerte migraña y si se genera vasoconstricción puede existir un infarto cerebral.

El aumento agudo de la tensión arterial tras la administración de cocaína contribuye a la lesión endotelial (el endotelio es la pared interna